domingo, 20 de enero de 2019

GOLEADOR DE ÉPOCA: "CABINHO"...

Buen día, amable lector:

¿Qué tal amigos? Los saludo de nueva cuenta con otra de mis vivencias dentro del mundo deportivo, donde les hablaré acerca de uno de los mejores extranjeros que han llegado al futbol mexicano y que sin duda es el gran referente del goleo en la Primera División, un brasileño que figuró en la década de los 70s y 80s con sus grandes anotaciones y que actualmente ostenta el récord de goleo en el balonpié azteca: EVANIVALDO CASTRO “CABINHO”, un delantero letal que marcó toda una época en México.

Escribir esta anécdota para mí es sublime, como cuando escribí sobre Miguel Marín y por ahí andan otros extranjeros en espera de que su servidor tenga el honor de escribir sobre ellos, además de haberlos visto y conocido.

A “Cabinho” me toca verlo en persona en diversas y múltiples asistencias al glorioso Club Guadalajara, además de los partidos en el mítico Estadio Jalisco y mis amigos y yo soñábamos con pegarle a la pelota como él, una pegada espectacular en tiros libres que nosotros apenas levantábamos el balón, sin embargo, reconocíamos la calidad de un auténtico jugadorazo de época.

Para su servidor, era un deleite verlo jugar contra Chivas, Jalisco, Tecos y Leones Negros, esa gran rivalidad de “Cabinho” ante sus paisanos cariocas de la U de G; nunca podré olvidar las emociones en vivo de verlo jugar y entrenar, además de seguir sus goles por TV con repeiciones incluidas, donde mostraba su poder de golpeo a la pelota y su potencia al correr, muestras de un 9 natural.

Su sencillez como persona y su amor por México lo llevaron a ganar 8 campeonatos de goleo, 7 de ellos consecutivos donde destacaban 4 cetros con Pumas, 3 con el Atlante y uno más con los Esmeraldas de León, hasta que llega Norberto Outes de Argentina y le arrebata el título jugando con las Águilas del América; en lo personal, me quedo con la idea de que la UNAM y sus seguidores le han quedado a deber como reconocimiento al buen “Cabinho”.

Evanivaldo Castro Silva nació el 28 de Abril de 1948 en Salvador de Bahía, Brasil y fue un futbolista forjado en las inferiores del Flamengo, club donde debutó a los 21 en la campaña de 1969, no sin antes pasar por América SP donde marcó 17 goles en 24 partidos en lo que fueron los inicios de un mítico goleador durante toda su carrera.

Además del Flamengo, “Cabinho” integró las filas del Portuguesa y Atlético Mineiro antes de llegar a México en 1974, sumando 36 dianas en 98 partidos de experiencia en el futbol brasileño y un campeonato Paulista (1973), números que le valieron una oportunidad para emigrar de su país natal y llegar a los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México, con quienes iniciaría una gran etapa en su vida dentro del deporte.

“Cabinho” convertiría 16 tantos en su campaña debut con la escuadra felina, ganando la Copa México de la Temporada 1974-75 donde fue el máximo goleador con 14 y para la 76-77 lograría el primer título de liga de los universitarios en su historia, siendo parte fundamental con 35 goles y el título de goleo del certamen, siendo uno de cuatro campeonatos como el líder anotador del futbol mexicano con la institución del Pedregal, incluso compartió el trofeo como goleador de la Temporada del 78 con Hugo Sánchez, ambos cerraron con 26 tantos y compartían la delantera de Pumas; ese certamen marcó un hecho circunstancial en el conjunto auriazul, pues “Hugol” igualó a “Cabinho” en el liderato de goleo a través de la vía penal, sin embargo, el brasileño era el cobrador oficial del equipo y tras esa campaña, Hugo Sánchez partiría al futbol español con el Atlético de Madrid.

Aquel cuadro universitario contaba con grandes figuras en su alineación, encabezados por la dupla entre “Cabinho” y Hugo Sánchez, Manuel Manzo, Leonardo Cuellar, Enrique López Zarza, Arturo Vázquez, el argentino Jorge Paolino, Héctor Sanabria y Horacio Sánchez en la portería, dirigidos por el recordado DT Bora Milutinovic, mientras que un año más tarde se sumarían los brasileños Edu y Ricardo “Tuca” Ferreti.

Evanivaldo Castro terminaría su etapa con la UNAM en el año de 1979 como el jugador con más tantos en la historia del equipo con un total de 151.

Su siguiente equipo fueron los Potros de Hierro del Atlante, donde sumó tres títulos de goleo más en su carrera y se convirtió en el máximo romperredes del conjunto azulgrana con 108 dianas en 134 PJ; posteriormente pasaría a los Esmeraldas de León en la campaña de 1983, club donde lograría su último campeonato de goleo y sería semifinalista del torneo.

Regresó a Brasil con el Paysandú pero no tendría actividad, por lo que volvió a México con Tigres de la UANL para retirarse, cerrando su carrera con 312 goles en México y ser el máximo anotador en la Primera División de nuestro país, superando a grandes figuras como Carlos Hermosillo, Jared Borgetti y José Saturnino Cardozo.

En total anotó 419 goles en su fructífera carrera como futbolista, ganando 8 títulos de goleo en México y posteriormente dirigiría en nuestro país a Lobos BUAP en 2002, forjando una gran época como un delantero infalible y letal ante el arco rival.

Me despido de ustedes con dedicatoria para mi cuñado Jesús Ramón Mendívil Barreras, puma de corazón y espero haya conocido al protagonista de ésta anécdota, además de mandarle saludos muy especiales a mi compadre Carlos Alberto Pinto Verdugo y su hermano José Luis, dos pumas recalcitrantes, de esos que no saben perder.

Nos escribimos pronto, amigos...

Jorge Luis Sánchez Dávalos
jorge.deportes@hotmail.com

jueves, 10 de enero de 2019

DELANTERO DE ÉPOCA: LUIS FLORES OCARANZA...

Buen día, amable lector:

Los saludo de nuevo queridos y amables amigos que me siguen en este espacio de anécdotas en torno al deporte, donde continuamos escribiendo acerca de personajes que han marcado a su servidor y por ello iniciamos el año con un jugador qué pasó por las filas de mi amado Cruz Azul, un delantero mexicano letal y miembro de una familia futbolera dentro del balonpié azteca, me refiero a LUIS FLORES, gran futbolista de los 80s y 90s que figuró en México y tuvo un paso por el “viejo continente”.

Esta es otra gran anécdota vinculada a mi equipo y raíces, pues a Luis Flores me tocó conocerlo y tratarlo durante dos épocas de su carrera, la primera como jugador de Pumas de la UNAM cuando visitaba 4 veces la ciudad de Guadalajara por torneo de liga más las finales enfrentando a los 4 grandes de la Perla Tapatía como eran U de G, UAG, Atlas y Chivas, siendo un deportista siempre moderado y consciente de lo que lograría en su carrera como futbolista; hermano de un gran cruzazulino y mundialista mexicano, “Nacho” Flores, un lateral derecho que tuve la oportunidad de conocer y convivir cuando era niño, siempre con un trato amable y cordial.

Luis Flores pudo progresar en su carrera al “cruzar el charco” para jugar en el futbol español, teniendo bastantes buenas actuaciones y resultados a pesar de haber tenido una difícil adaptación, sin embargo no convenció del todo y regreso a México con su característico olfato goleador y talento que lo llevarían a regresar a tierras ibéricas, para finalmente terminar su carrera de nuevo el suelo mexicano, donde de nueva cuenta pude tratarlo en su paso por Chivas, recordando la obvia pregunta que se le hace a un jugador que emigra y regresa a nuestro país: “Luis, ¿Porqué no te estableciste en España?”, a lo que Luis Flores me contestó: “Amigo, como dijo el Esto, extrañamos las gorditas y tostadas de mi México querido”.

Luis Enrique Flores Ocaranza nació en la Ciudad de México el 18 de Julio de 1961 y fue forjado en las fuerzas básicas de los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México, club donde debutó en Primera División en la campaña de 1980, donde se consagró como un hombre con gran olfato goleador y que rápidamente se acopló al sistema de juego del conjunto felino, saliendo campeón de Liga en la Temporada 1980-81 y de la Copa Interamericana; Flores estuvo con el equipo universitario hasta la campaña del 86 tras pasar al Sporting Gijón del futbol español, no sin antes dejar una marca de 61 goles en 161 partidos con Pumas de la UNAM.

Su llegada al futbol ibérico se vio coronada con su debut el 30 de Agosto de 1986 ante el Athletic Club y tuvo un buen arranque en su andar europeo al culminar con 12 tantos en 31 cotejos, pero tras acabar la temporada regresó a México para reintegrarse a las filas felinas y lo hizo de gran forma, pues resultó campeón goleador con 24 dianas en la campaña 1987-88 y así llenarle el ojo al Valencia para retornar al balonpié español.

Luis Flores buscó hacerse un lugar en el conjunto valenciano pero sólo sumó 6 goles en 36 partidos, lo que repercutió para dejar a un lado su continuidad en dicha liga y retornar a tierras aztecas pero ahora enfundado en los colores del Cruz Azul, donde estuvo hasta 1991 y tuvo grandes actuaciones, marcando un total de 20 goles en 50 partidos durante su etapa como delantero cementero.

Para 1992 llegaría al Atlas de Guadalajara con la intención de retomar el gran nivel deportivo, mismo que tuvo buenos partidos y que le sirvió para marcar 12 anotaciones en 47 juegos con el conjunto rojinegro; Flores pasaría en 1993 a las Chivas Rayadas donde sólo disputó 7 encuentros y fue el equipo con el que se retiró como futbolista, dejando un total de 133 goles en su carrera tanto en México como en España.

El delantero capitalino también fue un recurrente seleccionado nacional en varias competencias internacionales, debutando con el Tri el 29 de Noviembre de 1983 y disputó la Copa del Mundo de México 86, la Copa América de 1993 y en las Eliminatorias rumbo al Mundial de Estados Unidos 94, dejando un total de 29 goles en 62 juegos con la selección.

Todos recordamos aquel año 1993 en el partido que definía las aspiraciones de México de cara al Mundial de Estados Unidos 94, donde el Tri derrotó 2-1 a Canadá con un gol de Francisco Javier “Abuelo” Cruz en jugada del propio Luis Flores, quien llegaba mermado por una lesión en la rodilla, sin embargo, Flores llegó a línea de fondo para meter un centro que Hugo Sánchez peinó a primer poste y que Cruz cerró la pinza para la anotación que le dio el pase a los mexicanos a la justa mundialista.

Al terminar su carrera como futbolista, incursionó como director técnico de los Pumas de la UNAM en el Torneo de Invierno 96, para posteriormente dirigir a Veracruz en la Primera “A” (1999) y al Celaya en el año 2000, así mismo, desempeñó el cargo de director deportivo del Necaxa en 2005.

Me despido con un gran saludo a una mujer rojiblanca, mi hermana Quetzy Sánchez Dávalos y dedico éstas líneas a mi gran amigo cruzazulino Miguel A. Tamayo Olmos.

Nos escribimos pronto, amigos...

Jorge Luis Sánchez Dávalos
jorge.deportes@hotmail.com